Las lociones cosméticas y medicinales a base de plantas con entre el 70 y el 96 por ciento de alcohol como `Boyárishnik` en Rusia son para los adictos una alternativa barata al vodka y para los traficantes un lucrativo negocio que permite ignorar los canales de venta y los altos impuestos establecidos en el sector de licores. Estos líquidos suelen producirse en talleres clandestinos y a veces sustituyen el alcohol etílico por el tóxico metanol. A raíz de los hechos, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, exigió tomar medidas para frenar el tráfico de lociones a base de alcohol.
Sputnik
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