Campo y Flores, de 31 y 32 años, respectivamente, fueron detenidos en noviembre de 2015 cuando intentaban introducir 800 kilos de cocaína en Estados Unidos. En noviembre de 2016 un juzgado popular los declaró culpables de los delitos que se les imputaban; la fijación del tiempo de condena se había demorado por aplazamientos solicitados por la defensa. Cumplirán la condena, que en cualquier caso la defensa plantea recurrir, en una prisión de Florida.
La pena fue impuesta por un juez de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, un juzgado federal con sede en Manhattan, en cuyas dependencias ambos se encontraban encarcelados desde su detención a finales de 2015. Esta se produjo en Haití durante una operación encubierta de la DEA, la agencia antinarcóticos estadounidense, y desde allí fueron trasladados inmediatamente a Nueva York, gracias al acuerdo de extradición súbita que existe entre EE.UU. y Haití.
La sentencia ha tenido en cuenta el peso de las pruebas contra los acusados, recogidas gracias a que dos de las personas con las que trataron para el envío de droga colaboraban con la DEA y grabaron imágenes y conversaciones. En esos diálogos, Campo, que es ahijado del matrimonio presidencial venezolano, en cuyo hogar creció, y su primo Flores explicaban que tenían acceso a droga producida por las FARC, la guerrilla colombiana, y daban a entender que llevaban tiempo metidos en el narcotráfico. En las grabaciones, Campo dijo que parte de las ganancias eran para las necesidades electorales de su tía, pues en poco tiempo iban a celebrarse elecciones legislativas en Venezuela.
ABC
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