La FAO planea prestar ayuda a 30 millones de personas cuyos ingresos proceden del agro, prevé tomar medidas que permitan reanudar en corto tiempo la producción local de alimentos, tales como el suministro de semillas, aperos y otro material, mejorar la asistencia veterinaria a los animales, organizar cursillos de administración de recursos acuáticos y de terrenos, proveer de dinero a las familias necesitadas para que reciban el acceso inmediato a los alimentos.
La escalada de las necesidades humanitarias es resultado de la intensificación y propagación de la violencia y los conflictos, cuyo efecto se agrava por calamidades climáticas, constató este organismo de Naciones Unidas.
"Gracias a las medidas humanitarias tomadas expeditivamente en 2017 se pudo impedir la muerte de millones de personas, pero otros millones están al borde de pasar hambre", declaró el director del Departamento de Emergencias y Rehabilitación de la FAO, Dominique Burgeon.
La FAO planea ayudar, en particular, en Yemen a 5,7 millones de personas, en la República Democrática del Congo a casi 2,8 millones, en Sudán del Sur a 3,9 millones, en Siria a 2,3 millones y en Somalia a 2,7 millones de personas.
La ONU en su reciente informe sobre el hambre global señaló que el número de personas que sufren hambre tras largos años de disminución volvió a aumentar y ha alcanzado ahora los 815 millones.