La investigación ofrece un mapa europeo del impacto de las infraestructuras de transporte, aunque los datos más detallados son los de España pues han incluido también las edificaciones y han usado una base de datos cartográfica más precisa. Nuestro país es, por cierto, uno de los que mejor salen parados en el contexto europeo. Ocupa el puesto 29 de 36 países en el ranking elaborado con las distancias medias a la infraestructura de transporte más cercana. La peor situación para los animales salvajes según este criterio se da en Bélgica, Luxemburgo y Holanda (encabezan ese listado), mientras que es más favorable en Islandia, Noruega y Estonia.Las zonas remotas son muy importantes para la conservación de especies salvajes, y éstas están desapareciendo hasta el punto de que ya prácticamente no es posible establecer zonas de control para observar su comportamiento. "En el caso de los mamíferos, en el 97,9% del territorio español hay efectos notables de las infraestructuras, es decir, sólo quedaría un 2,1% libre de sus efectos. En el caso de las aves, el área de influencia es de un 55%, así que un 44% estaría libre de efectos", detalle Torres.La situación empeorará previsiblemente porque según calculan, dentro de 15 años nuestro planeta tendrá más kilómetros de carreteras asfaltadas que los que nos separan de Marte. Según sus cálculos, los modelos predicen que las infraestructuras de transporte reducirán la población de aves en 22% y la de mamíferos, en un 47%.
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